Vampire Academy ~ Richelle Mead

→ Título: Vampire Academy

→ Autor: Richelle Mead

→ Serie: Vampire Academy #1

→ Editorial: Penguin Books

→ Enlaces: Web de Vampire Academy y de Richelle Mead

→ Sinopsis: Lissa Dragomir es una vampira inmortal. Tiene que ser protegida en todo momento de los más fieros y peligrosos vampiros, aquellos que nunca mueren. Rose Hathaway es la mejor amiga de Lissa, y su guardaespaldas. Después de dos años de ilícita libertad, son devueltas a la Academia St. Vladimir. Las chicas tendrán que sobrevivir a un mundo de romances prohibidos,

Valoración

Rose Hathaway es muy importante para Lissa Dragomir: es su mejor amiga, su protectora y guardiana, la que la entiende mejor que nadie y de una forma única e incomprensible hasta para ellas. Rose tiene muy claro que tiene que proteger a su amiga a toda costa. ¿De quién? De los Strigoi. Ellos son vampiros muy muertos, que no pueden caminar a la luz del sol y que necesitan sangre para sobrevivir. Y si es sangre de vampiros moroi, mejor que mejor. Los Moroi son los vampiros "buenos", los que pueden ver el sol (aunque no lo hacen demasiado) y que están siendo diezmados por los strigoi. Para protegerles están los Dhampir, sus guardianes. Lissa es una Moroi; Rose, en cambio, es una dhampir.

Cuando ya llevaban dos años huyendo, un grupo de guardianes les devuelve a la Academia, donde se verán envueltas en toda clase de rumores. ¿Por qué huyeron? ¿Cómo lo hicieron? ¿Cómo han sobrevivido durante tanto tiempo? A todo este cúmulo de rumores y derivados hay que añadirle la actitud de la realeza moroi, un inquietante moroi que se interesa demasiado por Lissa, la atracción que siente Rose por Dimitri, el nuevo guardián de Lissa y su maestro, y a Lissa (sí, me parece un problema añadido). Además, queda una duda pendiente: ¿qué es el vínculo mental, tan estrecho y que viaja en una sola dirección, que las une? ¿Por qué y desde cuándo está ahí?

En Vampire Academy, Richelle Mead nos presenta una figura muy trillada, la de los vampiros. Pero lejos de encontrarnos con unos sanguinarios, pastelosos o brillantes, nos encontramos con varios tipos, una jerarquía, monarquía y demás elementos que crean una sociedad interesante. Se nos deja entrever una lucha de poder (espero leer más en un futuro) y algo más que problemas con los strigoi.


Y aún con toda la originalidad de por medio, el libro no me ha terminado de convencer. Los personajes no me han calado: Lissa es verdaderamente insoportable en buena parte del libro-ahora entiendo lo de Tontissa-, tan increíble y absurdamente dependiente de Rose. Una chica de cristal, frágil y distante. Christian, el moroi que tan oscuro pintaba, al final se quedó en nada. Dimitri me gustó algo más hacia la recta final, cuando se va abriendo un poco a Rose. Esta última me gustó bastante más, pero tampoco demasiado: si bien tiene momentos buenos, en los que se perfila como una protagonista con carácter e ideas, hay veces en los que se deja arrastrar por Lissa siempre Lissa, su protección, sus necesidades, su felicidad. Entiendo esa dependencia, esa necesidad de protegerla, pero hay veces que se hace excesivo, demasiado cargante.

El libro se lee rapidísimo. El comienzo quizá no, pero una vez que entras en la historia difícilmente saldrás de ella. Las intrigas, los misterios, te absorberán. Richelle Mead habla sin problemas sobre cualquier tema, de una forma clara y directa -hasta para mí, leyendo en inglés-. Y aunque he leído creo que solamente una reseña negativa (no estoy muy segura, pero muy desencaminada no ando), en general parece que, a medida que avanza la saga, la cosa mejora. Una saga compuesta por seis libros, de los cuales solo los dos primeros están en castellano.


En definitiva, un libro entretenido, atrapante y rápido, con personajes que, si bien han causado furor, a mí no me han terminado de convencer. Esperaré a la continuación, Frostbite, para ver si mi opinión mejora.