Tres corazones, dos cabezas y un verdugo - K. M Grant

Título: Tres corazones, dos cabezas y un verdugo (How the Hangman Lost his Heart o Cómo el verdugo perdió su corazón)

Autor: K. M. Grant

Editoria: Alfaguara

"¿Qué hace una chica como Alice con un verdugo llamado Dan Skinlicer? A él le gusta una ejecución limpia y una buena cena después. A ella, los vestidos bonitos y montar a caballo. Pero el destino los junta con la misión de proteger la cabeza del pobre y decapitado tío Frank, para devolverle la dignidad. Juntos recorren el Londres del siglo xviii, llevando también a su perdición al apuesto capitán Ffrench Puede que haya más de una cabeza en peligro... y más de un corazón."

Valoración

El tío Frank perdió la cabeza... literalmente. Juzgado como traidor, ahora su cabeza descansa como puede, con los ojos totalmente abiertos, a que suceda algo.

Y ese algo sucede tan pronto como su cabeza queda sin vigilancia, porque Alice Grandville la roba, en un intento por juntarla con el resto del cuerpo y conseguir así que su tío descanse. Detrás de ella el verdugo Dan Skinslicer (un apellido de lo más apropiado), tranquilo, casado y con el tratamiento de usté siempre presente, intentará (que no conseguirá) meter algo de cordura en la cabeza de Alice; también el capitán Ffrench (sí, dos efes), con miedo a las alturas y una alta predisposición a enamorarse y actuar como un caballero. Como nexo de unión, la cabeza del tío Frank, siempre presente, con una expresión diferente para cada ocasión. Si no fuera porque le falta el cuerpo, ¡casi podríamos decir que sabe lo que ocurre!

Es un libro encantador, divertido, disparatado y muy ameno, en el que perseguiremos a Alice por un Londres del siglo XVIII, quien a su vez persigue la cabeza de su tío… Los personajes no me parecen muy trabajados (a excepción del verdugo, que me encanta), y Alice puede parecer un poco cría en algunos momentos (a mí me lo pareció); pero, por lo demás, muy bien. Muy entretenido, capaz de arrancarte una sonrisa con cada una de las extrañas situaciones que aparecen. La portada, simplemente preciosa. Me ha ENCANTADO la dedicatoria:

"A la memoria de los amables verdugos que,

a lo largo de la historia, supieron mantener

siempre firme el pulso y templado el acero.

Era un trabajo horrendo, pero alguien

tenía que hacerlo."