Información
→ Autor: Laurie Halse Anderson
→ Serie: No
→ Idioma: Castellano
→ Idioma: Castellano
→ Editorial: Roca
→ Páginas: 240
→ Enlaces: Web de la autora
→ Sinopsis: No debo comer. No debo comer. No debo comer. No debo comer. No debo comer. No debo comer.
Lia se repite constantemente que no debe comer. En su vida sólo hay sitio para contar las calorías, para hacer ejercicio cuando la han obligado a ingerir una cantidad de alimentos que ella considera excesiva. Siempre. Pero ahora su amiga Cassie, con quién llegó al terrible pacto de convertirse en la más delgada del instituto, ha muerto y la persigue en sus sueños, porque se la quiere llevar con ella, no quiere estar sola al otro lado…
Lia tiene una oportunidad, puede coger la mano de aquellos que se la ofrecen: sus padres, su hermana pequeña, puede aceptar el consejo de los médicos, pero no será hasta que haya tocado fondo que pueda recobrar la ilusión por una vida que se le escapa de las manos.
Lia se repite constantemente que no debe comer. En su vida sólo hay sitio para contar las calorías, para hacer ejercicio cuando la han obligado a ingerir una cantidad de alimentos que ella considera excesiva. Siempre. Pero ahora su amiga Cassie, con quién llegó al terrible pacto de convertirse en la más delgada del instituto, ha muerto y la persigue en sus sueños, porque se la quiere llevar con ella, no quiere estar sola al otro lado…
Lia tiene una oportunidad, puede coger la mano de aquellos que se la ofrecen: sus padres, su hermana pequeña, puede aceptar el consejo de los médicos, pero no será hasta que haya tocado fondo que pueda recobrar la ilusión por una vida que se le escapa de las manos.
Valoración
¿Quién es Cassie? La que fuera su mejor amiga, con la que compartió todoy más, con la que llevaba meses sin hablarse. Hicieron una promesa cuando eran algo más jóvenes. Prometieron ser las más delgadas, y casi lo consiguen. Casi.
-Juro que seré la chica más delgada del instituto. Estaré más delgada que tú.Cassie abrió los ojos como platos al ver cómo la sangre me recorría la mano. Me arrebató el cuchillo y se rajó la palma.-Apuesto a que estaré más delgada que tú.-No, no apostemos. Seremos las más delgadas.-De acuerdo, pero yo lo seré más.
Y así, con una promesa, firmaron su destino.
Ahora, Cassie está muerta, y Lia cree ver su fantasma, atormentándola, siguiéndola, recordándola lo fea que es y lo gorda que está. Aunque no es que necesite que nadie se lo diga; ella misma lo ve, lo sabe, lo dice, día a día. Da igual que sus padres, o los médicos de
Así que sigue adelgazando más y más. Sabe que, llegue al peso que llegue, siempre querrá menos, pero aun así sigue. Adelgazando y ocultándolo. Volviendo a caer en la espiral de la anorexia, y arrastrando a su familia en el proceso.
Cuando paseábamos por nuestro camino de galletas de jengibre hacia el bosque, nos cogíamos de la mano y la sangre goteaba entre nuestros dedos. Bailábamos con brujas y besábamos a monstruos. Nos convertimos en chicas de hielo, y cuando ella intentaba marcharse, la arrastraba hacia la nieve porque tenía miedo a estar sola.
Diría que Frío es una novela dura, y estaría siendo sincera. Pero también lo sería si dijera que no lo es a lo largo de sus 240 páginas, pero sí en su mayoría. Así que absteneros si os parece demasiado duro, o probad suerte en la biblioteca. No considero que sea una lectura para todos, sino para estómagos fuertes, preparados para sufrir con y por la protagonista y sin miedo a ver el dolor y la crudeza de la anorexia y la obsesión en estado puro.
Hay personajes secundarios, sí: la familia de Lia, Elijah e incluso Cassie. Pero todos quedan en un segundo plano en pos de Lia y su enfermedad.
Me quemo la yema de los dedos al sacar las magdalenas del horno.Quieren saltar hacia mi boca. No, prefieren untarse en la mantequilla y la miel y saltar hacia mi boca, un, dos, tres, cuatro. Y después vendrán unas bolas de helado y después unas galletas María y después un tarro de chocolate graseado y después tres paquetes de palomitas.
Las citas que he puesto son sólo un ejemplo del estilo de la autora. Es realista, muy realista, y directa. Se anda sin contemplaciones; y repite, tacha y contradice, funcionando a la misma velocidad que la mente de nuestra protagonista. Llega a ser tan realista, que su prosa nos absorbe y sus palabras nos arrollan. Pero no siempre es así, y Anderson pierde intensidad en momentos importantes, aunque los lleva magistralmente en otras ocasiones. Puede hacerse pesado, repetitivo incluso, pero es total y absolutamente real.
. Es duro, intenso y, sobre todo, real.
Más sobre el libro
Aquí os dejo el booktrailer: