Génesis - Bernard Beckett

→ Título: Génesis (Genesis)
→ Autor: Bernard Beckett
→ Serie: Libro independiente
→ Editorial: Salamandra
→ Páginas: 158
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→ Sinopsis:
En un futuro no muy lejano, una estudiante llamada Anaximandro se presenta al riguroso examen de ingreso en la Academia, el órgano de gobierno de la utópica sociedad en la que se ha criado. A lo largo de varias sesiones extenuantes, las preguntas del tribunal, que suscitan importantes cuestiones éticas y filosóficas, la llevarán a descubrir una verdad que hará tambalear los cimientos sobre los que se asienta su mundo.






Valoración




Anaximando se está preparando para una prueba muy especial. En contra de lo que la mayoría pensaba se presenta para hacer un examen de ingreso en la Academia. ¿Qué es la Academia? Podemos decir que es lo que mantiene en pie la sociedad, lo que trajo calma y paz a un mundo asolado por las guerras y enfermedades, por el miedo y la desconfianza. Y ella quiere formar parte.

En el examen, tres Examinadores la interrogarán durante cinco horas. Cinco horas en las que tendrá que explicar el tema que tan concienzudamente ha preparado: la vida de Adán Forde, cómo llegó a ser quién fue y qué papel jugó.

Entre hora y hora, Anax nos irá desgranando la historia de la República. Pregunta tras pregunta, acabará tocando temas más profundos, donde la filosofía y la ética se mezclan y donde, depende desde qué lado lo mires, pensarás una cosa u otra. Reflexiones sobre el sentido de la humanidad y lo que realmente nos hace humanos, sobre nuestra capaz de elegir. Reflexiones que nos arrastran hasta un final sorprendente, en el que seremos conscientes de la fragilidad de nuestra sociedad

Hablar más sería quitarle todo el misterio a la novela, toda la magia que da adentrarse en la historia, ir descubriendo sus secretos. Cosa que no haré. Dejaré que, aquél que lo lea, descubra mediante las explicaciones de Anax un mundo aparentemente utópico, que intente enteneder la sociedad que vive en la República, que se decante entre Adán o Arte, dos personajes que me han maravillado.

Éstas son, sin duda alguna, dos de las frases que más hondo me han calado. Dos puntos de vista totalmente diferentes, dos maneras opuestas de entender la vida, de buscar un sentido a su existencia. AVISO, aunque ambas frases son geniales, la segunda puede desvelar ciertos aspectos de la novela. Aún así, no he podido resistirme a ponerla.

Yo no soy una máquina. ¿Qué puede saber una máquina del olor a hierba mojada por la mañana, o del llanto de un recién nacido? Yo soy la sensación del calor del sol en mi piel; soy la sensación de una ola fría rompiendo sobre mí. Soy los lugares que nunca he visto, y que sin embargo imagino cuando cierro los ojos. Soy el sabor del aliento de otro, el color de su pelo.
Te burlas de mí por la brevedad de mi vida, pero es precisamente ese miedo a morir lo que me infunde vida. Soy el pensador que piensa en el pensamiento. Soy curiosidad, soy razón, soy amor y soy odio. Soy indiferencia. Soy hijo de un padre, quien a su vez era hijo de otro padre. Soy la razón por la que mi madre reía y la razón por la que lloraba. Soy asombro y soy asombroso. Sí, el mundo puede pulsar tus botones cuando pasa por tu sistema de circuitos. Pero el mundo no pasa a través de mí. Yo soy el medio a través del cual el universo se ha conocido a sí mismo. Soy eso que ninguna máquina podrá fabricar nunca. Soy el significado.

-Al parecer, para ti el pensamiento requiere cierta sustancia especial adicional. Pero intenta verlo desde mi punto de vista. Yo veo muchos seres con cerebro. Un gusano, por ejemplo; una mosca de la fruta, un abejorro. ¿Piensan esos seres, o son sólo máquinas? Puedo hablarte en siete idiomas. Puedo razonar contigo en todos ellos. Puedo construir una versión de mí mismo empezando desde cero. Puedo escribir poesía, puedo ganarte jugando al ajedrez. ¿Quién se parece más a un ser pensante, un abejorro o yo?
-Mi cerebro es mucho más grande que el de un abejorro.
-Mi sistema de circuitos es mucho más sofisticado que el de una puerta automática.